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martes, 23 de noviembre de 2010

CANARIAS TAMBIÉN ES "NEGRA".




El gato del Mistério está francamente ilusionado y rozando el más profundo contento porque los dos primeros actos públicos de la librería MISTÉRIO tienen como protagonistas a dos escritores canarios. El gato no juega a nacionalismos ni se mira exclusivamente el ombligo (que también se lo mira y lo quiere) pero tampoco juega a despreciar a priori lo que tiene nombre español y encima es canario.


El jueves 25 estará en la librería de 18 a 20 horas el autor chicharrero VÍCTOR CONDE, el autor de las Crónicas del Multiverso y ganador del Premio Minotauro 2010. Firmará ejemplares de su última novela Heraldos de la luz. Novela juvenil, muy bien escrita, con mucho ritmo, muy atractiva; no hay que ser joven para leerla. Sus cultas referencias simbólicas, su carácter apocalíptico, angelológico, de mística cristiana y mitología clásica, con la lucha entre la luz y la sombra, el bien y el mal, con toda la carga necesaria de misterio, la hacen más que recomendable.


Y el viernes estrenaremos las Noches de Mistério con nuestro querido JOSÉ LUIS CORREA, alentador de MISTÉRIO desde muy pronto, y creador exitoso del detective Ricardo Blanco. Él es un ejemplo destacado del ambiente "negro" que se desarrolla en la vecina Gran Canaria, junto a un Antonio Lozano, un Alexis Ravelo o un más reciente Miguel Aguerralde, con quienes en el futuro también procuraremos seguir honrando nuestra librería. La obra de Correa se inscribe en el más clásico perfil de la novela de detectives privados de corte español y de reminiscencias americanas dentro del ambiente más cercano posible: toda su obra se desarrolla en Las Palmas, a la que convierte, sin perder la naturalidad, en una ciudad por momentos tenebrosa y llena de intrigas. Nos hablará de su obra y de sus vínculos con la novela negra clásica. Y lo hará en ese ambiente familiar y cercano al que a él no le cuesta nada acceder. Firmará también, si sus admiradores lo piden, ejemplares de sus hasta ahora cuatro novelas. MISTÉRIO presume de tenerlas siempre todas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

De guías y clásicos reeditados






Gusta el Gato del Mistério del equilibrio entre novedades y clásicos imprescindibles que nunca nos falten. Pero gusta aún más de las nuevas ediciones de clásicos que nos faltaban o empezaban a faltarnos. Este es el caso de Agatha Christie o Jim Thompson, tan distintos por su temática y tan echados de menos. RBA, en su Serie Negra está realizando una labor que va camino de convertirse en memorable, pues no solo publica a los nuevos escritores de novela criminal, sino que se complace en reponernos a los clásicos. En el caso de Thompson, 1280 almas representa una de las cumbres de la novela negra americana, con su frío y cínico sheriff justiciero, Nick Corey. Una historia en primera persona, con una trama sorprendente, apoyada por un estilo sin concesiones estéticas y directo.



En el caso de la Christie, ya son casi una veintena los títulos recuperados, con nueva y cuidada traducción (el último Los siete pecados capitales), después de que durante décadas la editorial Molino fuese la encargada de surtir de los crímenes ficticios de la dama inglesa a generaciones de lectores confesos y ocultos.



No quiere el Gato terminar esta nota sin indicar la publicación de la Guía de la novela negra de Héctor Malverde (pseudónimo de algún cultísimo crítico y/o profesor), que nos servirá de manual de consulta para ordenar nuestras lecturas, acabar de desordenarlas o recordarnos lo que habíamos olvidado. Y, por último, la deliciosa Todo lo que sé sobre novela negra, nada menos que de P.D. James. Se lee con placer, y es toda una reivindicación del género.

lunes, 4 de octubre de 2010

ETIQUETAS Y MUNDOS FRONTERIZOS DEL SUSPENSE

Cuando reflexionamos sobre intriga, suspense, terror, novela negra y su largo etcétera más propio de eruditos que de entusiastas lectores, uno de los aspectos con los que nos encontramos es el de "los mundos fronterizos". MISTÉRIO, que en sus orígenes hizo la tentativa de ordenar la librería por subgéneros, comprendió a la larga que el tradicional orden alfabético era la clasificación más apropiada, fuera para los clientes o para quienes les atienden. Este criterio permite buscar a los autores que el lector viene ya buscando, a la vez que no distrae de la fantástica sensación del "descubrimiento" de nuevos nombres y obras sin estar sujetos e influenciados por las etiquetas.
El cruce de esta reflexión con el redescubrimiento de dos obras, una de Irène Némirovsky y otra de Arthur Miller, han llevado al Gato del Mistério al tema de los "mundos fronterizos" entre los géneros. Éste es un tema básico de la literatura occidental, sobre todo desde el nacimiento de la novela moderna allá por el siglo XVI. Hoy día todos sabemos que los géneros puros han dejado de existir o muestran una tendencia a ello, y que cada vez más escritores presumen de saber saltarse las barreras y sentirse libres especulando fuera de ellas. Pero lo cierto, también, es que en los géneros del suspense el ceñirse a unas normas y la adecuación a unas expectativas por parte del lector dan mejor resultado a muchas de las obras. Casi todas las novelas que contiene la librería de MISTÉRIO responden al esquema tácitamente pactado de la intriga y el suspense, pero un determinado número de ellas navegan entre dos mares.
Habría que plantearse si Némirovsky o Miller, al construir y desarrollar sus correspondientes novelas, pensaron en algún momento que escribían un relato de intriga. No parece que así fuera. Sólo que usaban criterios y ardides de la literatura de suspense para mover determinados hilos de la trama. O sea, que más que novelas mixtas en cuanto al género se trataría de novelas en un caso de trama política (Némirovsky) y en el otro de reflexión social y humana (Miller) apoyadas por técnicas del suspense, que se mantienen en un segundo plano pero que dan profundidad e interés sumo al relato. Razón suficiente pero que ambos títulos de tan grandes escritores se encuentren en nuestras estanterías.

viernes, 6 de agosto de 2010

Sobre el suspense de los géneros y subgéneros

Cuando alguien decide entrar a formar parte del gremio de los que venden libros debe hacerse más de un planteamiento previo, pero el único entre ellos imprescindible es el de preguntarse qué tipo de librería quiere tener. En el caso del Gato del Mistério la respuesta era inmediata: intriga y suspense. Para un negocio que combina la venta del té a granel (café y chocolate) con la literatura que indica tal binomio, el nombre de MISTÉRIO (con su tilde a contranorma) puede parecer apropiado, ocurrente, atractivo o nada interesante (no es el Gato el que ha de juzgarlo), pero sí que planteó en el caso de algunos clientes y conocidos un cierto equívoco. En el mundo anglosajón (a la cabeza de la literatura de intriga sin la menor discusión, por número de escritores y por historia) el término mistery recoge perfectamente el contenido general del tema, pero en nuestra cultura colisiona con conceptos religiosos, pararreligiosos, esotéricos y ocultistas varios. Es así que en algunos casos (pocos, la verdad) ha habido quienes han venido buscando libros esotéricos, convencidos por del nombre de la librería. Pero, una vez resuelta la duda, y despejado el equívoco a través de la definitiva constatación visual por parte de los clientes, queda saber qué se entiende exactamente por "intriga y suspense" y, por tanto, dónde se encuentran los límites en cuanto al criterio de género literario. Abrir una librería especializada tiene una doble cara: por un lado, simplifica los criterios de selección y venta, y por otro -paradójicamente- los complica, precisamente por el hecho de tener que saber dónde "se corta". Y el tema del género literario es aquí la clave, pues lo que en principio parece evidente, o sea, que trabajamos con la narrativa como elemento básico, se complica a veces cuando vemos que existen obras poéticas y dramáticas que se encuadran en el concepto que encierra el ya aludido binomio. No obstante, la mayor parte, de forma abrumadora, de las obras pertenecen a la narrativa y se encuadran en la novela o el relato. De ahí, pasaríamos a considerar el binomio como una especie de subgénero, pero ¿qué engloba este subgénero? Podríamos contestar que toda aquella historia que contenga en su planteamiento y desarrollo una intriga y en la que se sucedan situaciones de suspense o éste constituya el recurso narrativo predominante. De acuerdo. Pero ¿cuántos subtipos de historias entran en este saco? Al Gato le consta que otras librerías especializadas en el tema no comparten criterios unificados, y MISTÉRIO demostró pronto que tampoco. La razón es que, lo que en principio podría parecer homegéneo, está sujeto a una clara heterogeneidad.
Elementos de intriga y suspense tienen los siguientes subtipos que el Gato, en su intento de clasificar y organizar el fondo, se atrevió a clasificar:
-Novela gótica clásica (siglos XVIII y XIX, desde El caballero de Otranto, de 1765, quizá la primera.)
-Gótica moderna (XX y XXI).
-Vampiros y no-muertos.
-Monstruos fabulosos y en especial la licantropía.
-Fantasmas (que debuta con la gótica clásica pero se reformula posteriormente).
-Terror sobrenatural (que linda en parte con los fantasmas y en parte con la ciencia ficción).
-Policiaca y detectivesca (dos caras muchas veces de la misma moneda, según sea el protagonista detective o policía).
-Novela negra (término a debate, pero que en principio encuadra a las historias que siguen el modelo, más o menos fijo, de Hammett o Chandler).
-Espionaje (con marcados tintes políticos e incursiones en datos históricos reales).
-El thriller (otro término debatible, pero que por su significado originario "lo que estremece o asusta" denota una fuerte carga psicológica), que puede dividirse en romántico, político, religioso, apocalíptico, sobrenatural...
Y nos dejamos, con seguridad, varios puntos fácilmente añadibles.
No obstante, en todos los subtipos indicados aparecen la intriga y el suspense, junto con el elemento criminal imprescindible.
El tema no queda sí cerrado, al contrario, queda bien abierto. Y el Gato promete seguir con él más adelante.

miércoles, 23 de junio de 2010

Lo que esconde la sociedad y la novela negra

Recuerdo que durante el año pasado tuve la fortuna de conocer la obra del director austriaco Ulrich Seidl al visionar dos de sus películas principales: Import/Export y Hundstage ("días de perros"). Aparte de varias virtudes cinematográficas nada desdeñables, Seidl se empeña en mostrar que la educada, biempensante y próspera sociedad centroeuropea esconde una sombra muy oscura y unas cloacas que, paradójicamente, podemos pensar que sostienen la cara amable. Ese lado oscuro se insinúa en cuanto el observador se para con intención de serlo de verdad. Ambas películas están realizadas como simples testimonios de lo que ocurre, sin moralina ni discurso ético, y eso las hace más demoledoras.
Me he acordado más de una vez del austriaco leyendo o volviendo sobre algunas de las novelas de suspense de los últimos tiempos; me refiero sobre todo a las que se desarrollan en los países nórdicos. Las tramas de Larsson (Stieg y Asa), Jungstedt o Dahl, por nombrar algunos, sostienen su misterio y la dificultad de desentrañarlas en el hecho de tener como fondo una sociedad que juega a ser distinta de lo que en el fondo es. Jugar a las apariencias es algo que un criminal ha de hacer para escapar, y una sociedad corrompida y falsa ha de hacer el mismo movimiento de despiste una y otra vez. Por ello, la novela negra funciona tan bien con lo que parece pero no es, y por ello los personajes que han de resolver la trama pueden derivar al desencanto, al antiheroísmo e incluso al sarcasmo de considerar que nada en el fondo puede cambiar más allá de la solución inmediata de la historia. Los clásicos detectives o los policías con tintes detectivescos de estas novelas acaban mostrando un cierto quijotismo, aunque en algunos casos, y por unos instantes, nos dejan el mensaje de que el bien al final vence. Claro que la mayoría de autores se conforman con señalar "lo que hay" o usarlo simplemente como base para desarrollar una historia de intriga sin mayor pretensión y alcance. No obstante, casos como el de K.O. Dahl (Un muerto en el escaparate) se terminan deslizando hacia el pasado nazi de Noruega, con lo cual enlaza suspense, historia y política. Es cierto que el tema de la Segunda Guerra Mundial y el nazismo ha dado y dará para la ficción de la intriga, pero casos como el del autor noruego tienen un tinte más de denuncia social que de reflejo histórico. Esto es justo lo que en la literatura hispánica ha ocurrido primero con Bolaños y su El tercer Reich y recientemente con Clara Sánchez y Lo que esconde tu nombre. Ésta última combina a la perfección y con una cierta explicitud los toques de concienciación sobre el pasado con una trama de lo más intrigante. Lo que esconde la sociedad da para mucho misterio.

lunes, 7 de junio de 2010

¿El calor se lleva mal con los libros?

Pasó la Feria de Santa Cruz entre calimas ventosas y temperaturas más que elevadas y, para qué engañar, la afluencia de público apenas llegó a merecer ese nombre en algunos momentos de ambos fines de semana. No sabe el gato si ha sido por la crisis (ese miedo psicológico general, que no siempre refleja en todas las personas un mal estado del bolsillo) o porque la playa tenía mejores argumentos que ese precioso parque ciudadano. De todos modos, despierta la curiosidad felina esa renuencia por acercarse a los libros que se ha manifestado estos días en la capital chicharrera. Es de esperar que no sea un signo de los tiempos, pues igual la serenidad y reflexión que aporta la letra impresa (sea literatura negra, verde o azul) ayudaría a ver las cosas de otro modo y a pensar "todo esto que está pasando" desde nuestros propios cerebros. En fin, que aquí seguirá el gato, desde su guarida en el pasadizo, ofreciendo té y libros, y un lugar tranquilo donde poder ojear (el té) y hojear (los libros) para escoger qué llevarse o simplemente para pasar unos momentos lejos de la prisa y las alarmas justificadas o injustificadas de la vida. Palabra de felino.

martes, 1 de junio de 2010

De sábados negros y lunes muy claros


Fue el gato a comprobar, desde su refugio más al norte, que en la ciudad de Santa Cruz el verano ya había decidido instalarse entre carpas y entre libros. Era, tal como se anunciaba, el SÁBADO NEGRO de la Feria. Seis escritores de novela policiaca, cinco canarios (por nacimiento o adopción) y uno barcelonés dedicaron al género negro una radiante tarde de mayo.

Comenzó la fiesta con la presentación del libro de José Luis Correa "Un rastro de sirena", a cargo del escritor catalán José Luis Ibáñez, buen conocedor de la obra del grancanario. Al gato la obra de Correa le parece un cuidado ejercicio de estilo al servicio de un trama dinámica y sin hilos sueltos, sostenida por unos personajes bien desarrollados, sobre todo el detective Roberto Blanco, cuya personalidad y perfil humano tiene ya perfectamente construidos el autor canario.


La fiesta siguió con el original concierto de la Hard Boiled Jazz Band, que subrayaba con temas musicales los textos previamente leídos por el locutor Carlos Álvarez, bajo un sol implacable que creaba un contrapunto con la música de jazz y los textos de clásicos como Hammett o Montalbán seleccionados por Alexis Ravelo, con quien el gato comentó la curiosidad de escuchar esa música en situación tan luminosa.

El momento más lúdico de la tarde llegó con el original nombramiento de José Luis Ibáñez por parte de la Feria del Libro de Santa Cruz como "Enemigo Público 2010", con la entrega de una ficha policial en la que se especificaban todos los "cargos" y "delitos" de buen hacer literario cometidos por el autor de "Nadie debería matar en otoño" o "También mueren ángeles en primavera", el cual tuvo a bien explicarnos su método de investigación exhaustivo previo a escribir sus obras, situadas durante y después de la guerra del 36 en Barcelona. Gran comunicador y periodista de vocación -él mismo precisó esto último-, sostuvo el interés del público durante casi media hora. Tal cuidado histórico se refleja claramente en sus obras, sin llegar a ensombrecer -antes al contrario, realza- el ritmo y el carácter policiaco de sus novelas.

Se concluyó con una mesa redonda en la que participaron los seis escritores y algunos miembros del público. Entre otras cosas, se habló de la dificultad de definir o delimitar la novela negra y los diferentes géneros o subgéneros tangenciales a ella. El gato, como librero novel, habló de su dificultad, en ocasiones, para discernir qué es negro, qué es policial, qué es thriller o qué es terror, teniendo incluso que devolver algún que otro título con el que los distribuidores se han confundido. Y citó el caso de Dublinesca de Vila-Matas, cuya portada, un hombre con sombrero corriendo y proyectando su sombra en la pared, dio lugar a una de las confusiones.

Fue, en general, una tarde disfrutada, para compartir y para aprender, y el gato del Mistério comprobó una vez más que todas las poses y demostraciones de un escritor tienen que estar en su obra, y que en la vida diaria se puede ser una persona abierta y agradable sin el peso de querer demostrar más que lo que cuentan los libros: pues así demostraron ser Correa, Ibáñez, Ravelo, Álvarez, Antonio Lozano y Javier Hernández. Por eso la tarde se nos pasó tan rápida y un tono evidente de amistad sobrevoló la Feria durante tres cortas horas.

Otro capítulo distinto pero y igual de satisfactorio ocurrió ayer lunes con la presentación del libro de Clara Sánchez "Lo que esconde tu nombre". Otra tarde calurosa en la que la ganadora del premio Nadal, sabedora de que lo importante es que las personas se lean por sí mismas el libro, y más si son de intriga, sin desvelarles la trama novelesca en sí, se centró en el otro interés básico de su obra: la existencia durante más de medio siglo de nazis en el territorio Español, amparados por el régimen franquista y por el silencio posterior ya durante la democracia. Clara Sánchez, escritora de larga trayectoria, cautivó al público con su denuncia y sus explicaciones y demostraciones durante casi una hora, provocando la intervención del público y el interés -al gato le consta- por que muchos que no la conocen leyeran su novela. Una obra en que la búsqueda de la conciencia social y política de nuestro pasado se apoya sobre una atrapante trama.





sábado, 29 de mayo de 2010

MISTÉRIO SE ESTRENA EN SANTA CRUZ

El gato aún sigue entre los libros de su tienda, en el pasadizo de La Concepción de La Laguna. Pero es la hora de salir al público, de dejarse ver en la fiesta de la letra en la calle. Bajará hoy a Santa Cruz, dejando por un momento la mezcla de los aromas y conformándose por una tarde, o dos o tres, con el olor del papel nuevo de una Feria del Libro. Hoy lo convoca de manera especial la celebración del "SÁBADO NEGRO". Escritores canarios del género negro (como Alexis Ravelo, Antonio Lozano o José Luis Correa) y un invitado especial (José Luis Ibáñez) vienen a apoyar un género condenado en la mayor parte de las antologías literarias, quizá porque entretiene, quizá porque divierte, quizá porque sobrecoge, quizá porque, contra el deseo de quienes lo desprecian, también es literatura. Pero el gato del mistério, que busca el placer de lo que le agrada, no necesita tales disquisiciones, desprecios ni malquerencias; él estará disfrutando de la bella tarde primaveral de la ciudad chicharrera y del conocimiento y experiencias de quienes traman una y otra vez las intrigas que apasionan a tantos lectores desde hace al menos dos siglos. A disfrutar.