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viernes, 6 de agosto de 2010

Sobre el suspense de los géneros y subgéneros

Cuando alguien decide entrar a formar parte del gremio de los que venden libros debe hacerse más de un planteamiento previo, pero el único entre ellos imprescindible es el de preguntarse qué tipo de librería quiere tener. En el caso del Gato del Mistério la respuesta era inmediata: intriga y suspense. Para un negocio que combina la venta del té a granel (café y chocolate) con la literatura que indica tal binomio, el nombre de MISTÉRIO (con su tilde a contranorma) puede parecer apropiado, ocurrente, atractivo o nada interesante (no es el Gato el que ha de juzgarlo), pero sí que planteó en el caso de algunos clientes y conocidos un cierto equívoco. En el mundo anglosajón (a la cabeza de la literatura de intriga sin la menor discusión, por número de escritores y por historia) el término mistery recoge perfectamente el contenido general del tema, pero en nuestra cultura colisiona con conceptos religiosos, pararreligiosos, esotéricos y ocultistas varios. Es así que en algunos casos (pocos, la verdad) ha habido quienes han venido buscando libros esotéricos, convencidos por del nombre de la librería. Pero, una vez resuelta la duda, y despejado el equívoco a través de la definitiva constatación visual por parte de los clientes, queda saber qué se entiende exactamente por "intriga y suspense" y, por tanto, dónde se encuentran los límites en cuanto al criterio de género literario. Abrir una librería especializada tiene una doble cara: por un lado, simplifica los criterios de selección y venta, y por otro -paradójicamente- los complica, precisamente por el hecho de tener que saber dónde "se corta". Y el tema del género literario es aquí la clave, pues lo que en principio parece evidente, o sea, que trabajamos con la narrativa como elemento básico, se complica a veces cuando vemos que existen obras poéticas y dramáticas que se encuadran en el concepto que encierra el ya aludido binomio. No obstante, la mayor parte, de forma abrumadora, de las obras pertenecen a la narrativa y se encuadran en la novela o el relato. De ahí, pasaríamos a considerar el binomio como una especie de subgénero, pero ¿qué engloba este subgénero? Podríamos contestar que toda aquella historia que contenga en su planteamiento y desarrollo una intriga y en la que se sucedan situaciones de suspense o éste constituya el recurso narrativo predominante. De acuerdo. Pero ¿cuántos subtipos de historias entran en este saco? Al Gato le consta que otras librerías especializadas en el tema no comparten criterios unificados, y MISTÉRIO demostró pronto que tampoco. La razón es que, lo que en principio podría parecer homegéneo, está sujeto a una clara heterogeneidad.
Elementos de intriga y suspense tienen los siguientes subtipos que el Gato, en su intento de clasificar y organizar el fondo, se atrevió a clasificar:
-Novela gótica clásica (siglos XVIII y XIX, desde El caballero de Otranto, de 1765, quizá la primera.)
-Gótica moderna (XX y XXI).
-Vampiros y no-muertos.
-Monstruos fabulosos y en especial la licantropía.
-Fantasmas (que debuta con la gótica clásica pero se reformula posteriormente).
-Terror sobrenatural (que linda en parte con los fantasmas y en parte con la ciencia ficción).
-Policiaca y detectivesca (dos caras muchas veces de la misma moneda, según sea el protagonista detective o policía).
-Novela negra (término a debate, pero que en principio encuadra a las historias que siguen el modelo, más o menos fijo, de Hammett o Chandler).
-Espionaje (con marcados tintes políticos e incursiones en datos históricos reales).
-El thriller (otro término debatible, pero que por su significado originario "lo que estremece o asusta" denota una fuerte carga psicológica), que puede dividirse en romántico, político, religioso, apocalíptico, sobrenatural...
Y nos dejamos, con seguridad, varios puntos fácilmente añadibles.
No obstante, en todos los subtipos indicados aparecen la intriga y el suspense, junto con el elemento criminal imprescindible.
El tema no queda sí cerrado, al contrario, queda bien abierto. Y el Gato promete seguir con él más adelante.